sábado, 7 de junio de 2014

Dos raros.

Entre un mar de gente rara, ellos eran raros en verdad y, como así es la vida, se tuvieron que encontrar.
Él, Carlos, “Charlie” pa’ los cuates; uno de esos tipos sabelotodo con ideas que rayan entre lo intelectual y lo presuntuoso, entre lo lógico y lo drogadicto. Uno de esos chicos demasiado flojos como para prepararse el desayuno, tanto, que prefería no desayunar. Ya saben…