Con regularidad, Demián se encontraba a sí mismo pensando en la nada mientras tomaba como desayuno un par de cigarrillos, un café cargado y un sorbo de vodka o whisky. A veces eran tantas las cenizas y colillas que se acumulaban en el cenicero, que incluso lo asustaban; se imaginaba cómo se veían sus pulmones por dentro y cuánto daño le estaba haciendo el vicio, incluso pensaba en abandonar el cigarrillo. Sus pobres intentos por dejar de fumar se desaparecían en cuestión de un par de días, cuando su cuerpo le pedía nicotina para soportar de una manera más llevadera la monotonía de la vida.
MCMXCIII | No escribo para él; escribo por su culpa. | El Punk Rock Arruinó mi vida.
domingo, 21 de septiembre de 2014
domingo, 7 de septiembre de 2014
Sí, acepto.
"Con los años uno se vuelve más serio", me dijo mi abuelo mientras sostenía cerca de sus labios un habano con olor a madera y exhalaba una bocanada de humo; me contestaba la pregunta de: "Abuelo, ¿por qué casi no sonríes?", que le hice a mis escasos 6 años. En ese entonces no entendí ni siquiera lo que la palabra "serio" significaba, pero hoy entiendo todo.
Entiendo los largos silencios que ocultaba tras danzones, boleros y música clásica. Entiendo por qué miraba al horizonte como queriendo perderse con la ilusión que éste representaba. Entiendo sus pocas palabras y su temple de acero, sus manos recias y sus ojos nublados y serenos. Lo entiendo todo.
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