Se
intensifica
El
sentimiento urgente,
Recurrente,
emergente
De pararme
a las tres y media
En medio de
la madrugada,
En medio de
mi insomnio,
Para
escribir lo que pasa,
O por qué
no pasa nada
En los ojos
que no caen
Ante ese
demonio
Del desvelo
y el agobio,
El de las
ojeras y el dolor de cabeza,
Las mañanas
prontas
Y las
despedidas cortas.
Y siempre
son palabras que van,
Nunca
vienen;
Soy como un
algo que refleja
A otra cosa
que ya venía de otra parte.
Soy un
transmisor de señales,
Señales que
pasean y nadan,
Y trepan y
arañan,
Y fuman e
inhalan,
Y son todo
y son nada;
Palabras.
Palabras
mal acomodadas
En el
desván de un escritorio
Todo
desparramado de tazas de café
Que nunca
se acaban
Pero
siempre se estancan.
Se cruza
una palabra aquí y otra allá,
Alguna se
atasca en la punta de la lengua
Y no la
puedo sacar,
Y me duele
la cabeza de pensar y pensar:
¿Cómo iba
esa palabrita que iba a usar?
La llorona
pasa porque es de madrugada,
Es su hora
y su lugar,
Y reclama
por los hijos que jamás va a encontrar,
Y yo sigo
reclamando por esa palabrita
Que no
puedo recordar.
Y me enojo
porque las señales las mandan así,
Incompletas
e incomibles,
O demasiado
digeridas para mi paladar.
¿Cómo iba
esa palabrita que iba a usar?
Es difícil
trasmitir a estas horas,
Tan difícil
como explicar por qué estoy tan sola,
O por qué
me gusta la soledad,
O si es que
a la soledad le gusto yo,
O si es que
nos gustamos las dos.
Qué difícil
es de explicar,
Como
explicar por qué el cielo es azul
A quien
siempre lo ve gris,
O por qué
George Harrison es mi Beatle favorito
A quien sólo
conoce a John,
Como
explicar los huecos en la ciencia
A quien no
cree en Dios.
Y ya me
hago preguntas,
Como que
quién estará despierto
A estas
horas muertas,
Horas
frías,
Horas en que
mueren ancianos enfermos
Y valientes
suicidas,
Y me
contesto que sólo yo estoy despierta,
Porque soy
un transmisor
Y los
transmisores no duermen;
Los
transmisores sueñan e interpretan,
Y escriben
feos poemas a las 3:49 AM,
Y escuchan
a los perros ladrar;
Ladran por
la señora de blanco
Que ya va a
empezar a chillar.
Ay, mis
hijos, dice ella
con triste voz;
¿Cómo iba
esa palabrita que iba a usar?, digo yo.
Me encantó!! :')
ResponderBorrar¡Gracias, y gracias por pasar a mi blog!Saludos. :D
BorrarEs... precioso.
ResponderBorrar¡Muchas gracias! Saludos. <3
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