jueves, 21 de julio de 2016

Nos faltó.

Te faltó verme, te faltó verme de buenas, cuando no soy lo que parezco, cuando sonrío por lapsos prolongados de tiempo, cuando hubieras deseado verme así en un ciclo eterno.
Te faltó verme cantando por toda la casa, tarareando las mismas melodías de siempre, te faltó que te cantara hasta dormir, te faltó sentir que mi voz resonaba sólo por ti.
Te faltó sentir los pinchazos de mis uñas en tu espalda, te faltó que dibujara en tu pecho garabatos y cursis palabras, te faltó verme a los ojos mientras me follabas.
Te faltó tomar café frío conmigo, fumar más que de costumbre; yo te platicaría de mis versos y tú me contarías de tus libros mientras le das a mis cigarrillos lumbre, te faltó que discutiéramos por ver quién era más querido, te faltó besarnos hasta quedarnos dormidos.

martes, 12 de julio de 2016

¿Qué es lo peor que podría pasar?

Corazón, perdón. Te he puesto en esa cajita un buen rato, pensando que sanabas, que descansabas, que dormías. Corazón, perdón. No sabía que cantabas esos boleros desde dentro, que leías de a ratos a Bukowski, a Sartre, a Poe. No sabía que te aburriste, que desde allí mandabas a mi cabeza a hacer cosas, que las señales llegaban incorrectas, que todo lo he malinterpretado. No sabía que te hacía daño al oír su voz dormilona y rasposa, ni que te seguía lastimando desde fuera al creer palabras de extraños.