"Soy una granada, y en algún momento explotaré, así que me gustaría que hubiera el menor número de víctimas posibles."
Ella es el tipo de chica que todos quieren o estarían alegres de tener, eso sí, en sus ratos buenos; en cuanto sus demonios se asomaban, la mayoría salía huyendo de ella. Ella se acostumbró a ello, y para cuando yo llegué a su vida, ya no tenía ilusiones en lo que ella llamaba “un amor pendejo” o en siquiera encontrar a alguien que la quisiera de verdad, con todo y todo; ella ya no buscaba ni se dejaba encontrar.