lunes, 24 de marzo de 2014

Alguien que...

Yo... yo quiero a alguien con quien pueda ser simplemente yo; sin pretensiones de ningún tipo, máscaras ni caretas. Alguien que sienta que puede ser él mismo conmigo, sin fingir absolutamente nada. Alguien a quién prepararle el desayuno todas las mañanas, con quien yo me sienta lo suficientemente segura como para poder ser sumisa y entregada sin sentir que pierdo libertad u orgullo.
Que me cuente todo lo que me quiera contar, desde las historias más torpes hasta sus pensamientos más profundos.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Problemas.

Tengo problemas. Problemas por hacer con mi fantasía de ti lo que debería hacer con otros. Porque te canto canciones que en silencio y muy por debajo de la almohada te dedico sólo a ti, tengo problemas por escribir poemas y canciones con las que pienso en ti, en tu nombre. Tengo problemas por querer verte dormir, por ver en qué posición descansa tu cuerpo, por querer besar cada lunar que se dibuja en tu piel.

viernes, 14 de marzo de 2014

Diego...

"You're my fucked up dream..."

 Te dibujé. Te dibujé otra vez mientras dormía.
Ya no es raro, sólo en mis sueños puedo hacerlo, tocar tus bordes, tus contornos y tus marcos; hacerte con mis dedos un retrato. 

Empecé por la figura, tu esbelta y fina figura. Aquella que al ponerse de pie se inclina un poco hacia atrás, casi con pereza. La figura inconfundible de tu cuerpo; blanco como pétalo de lirio mezclado con un poco de caramelo.

sábado, 8 de marzo de 2014

La pequeña nena de papi ya no es una nena.

Imagina que ya eres un anciano, que te miras a esta edad a través de un cristal, ¿cuánto tiempo tendrás que mirar atrás? Imagina que el espejo en vez de reflejar las arrugas y manchas de tu piel, de tu edad, reflejan lo que eres hoy; un espíritu joven con básicamente todo por delante.
Pero en vez de alegrarte por verte ahí, de nuevo joven, te das cuenta de cuánto has dejado atrás, de todo lo que ya no eres, lo que tu cuerpo en complicidad con el tiempo te han hecho. Ahora eres un esclavo de los achaques, de las molestias típicas de la tercera edad, de las varias enfermedades, incluso de trastornos mentales que te hacen temblar u olvidar cosas.